sábado, 9 de abril de 2011

Génesis

Este es el relato, extractado de mi libro autobiográfico, con formato digital, llamado “De las musas en mi vida” de cómo nació, en plena madrugada, viajando al primer encuentro con Joaquín “Gringo” Sheridan, la primera canción que diera origen a nombre de ese grupo, “Tiempo de reencuentro”, ese Reencuentro, mío, de Michel, de Gringo… ese Reencuentro…

Esa alquimia expresiva, llena de magia y mística, pocas veces vista en la música, solo se dio con él, exacto intérprete de mi creación, por eso ese sonido, imaginado primero en mí, y luego nacido a plena luz en su fuelle.

Lo más fantástico y grandioso de todo esto, es que el pueblo, fiscal inapelable, guarda memoria de esto, gracias a Dios es así…

Primero levanto el relato, luego la canción, hecha luz y sonido en ese mágico fuelle del “Gringo”… de NADIE MÁS…



… Capítulo XIV

Nacimiento del tema "Tiempo de Reencuentro"

El lunes 7 de enero de 1986, de madrugada, estaba con mi equipaje en la estación Mercedes del F.C. Urquiza esperando el tren "El correntino", que todavía hacía Buenos Aires – Corrientes. Éste venía atrasado y lo tomé como a las 01:30 horas y como saqué pasaje de primera, el vagón estaba a oscuras, repleto de gente durmiendo. Vale decir que me esperaba un largo viaje de pie.

Acudía al primer encuentro con Joaquín "Gringo" Sheridan para dar forma a mi proyecto, el que se transformaría luego en el “Grupo Reencuentro”. Durante ese viaje, sentí la necesidad de preparar algún tema nuevo para el primer ensayo. Me brotó de pronto la melodía de un tema instrumental; y hasta su nombre: “Tiempo de Reencuentro”, el que fuera luego el primero de una larga lista.

En el viaje en tren, para este primer ensayo, me preguntaba qué temas haríamos con este nuevo grupo ya que no tenía nada compuesto para él; y en este punto me detengo para hacer notar mi pérdida del sentido de pertenencia de las canciones grabadas por "Los de Imaguaré" o sea la perdida de lo inherente a mí, a mi propia creación, esas canciones… eran de "Los de Imaguaré".

Esa situación me iba preocupando en el viaje; ¿qué tocaríamos?
En el tren, camino a Corrientes comencé la creación "in mente", (ya que no tenía guitarra) de una melodía para estrenar en ese primer ensayo. Me proponía conseguir que la misma sonara en síncopa, para diferenciarla de todo lo que había compuesto hasta entonces; porque repito, quería que de allí en más, todo fuera diferente, superior. También mentalmente le incorporé los acordes y cuando tuve todo eso armado en la cabeza, el resultado me encantó. Mi preocupación consistía en no olvidar la melodía- ¡no tenía guitarra ni grabador!

Entonces en pleno fervor creativo, comencé a tararearla despacito para fijarla en la mente y luego cada vez más fuerte. Me parecía una verdadera joyita que sonaría maravillosamente en el bandoneón del "Gringo".

Como suele suceder con la mayoría de las genialidades, tropecé con la incomprensión: los pasajeros, entre chistidos y calificativos, protestaron: ¿quién es ese loco que va gritando mientras todos estamos durmiendo? Sin amilanarme, proseguí mi canto, pero ya en voz muy baja.

Si prestan atención al escuchar "Tiempo de Reencuentro" notarán que el acompañamiento imita el ruido que hace el tren al pasar las juntas de los rieles, ese fue el elemento rítmico que me acompañó a la hora de crear.

Cuando llegué a la Terminal, cubrí casi corriendo las dos cuadras y media que me separaban de la casa de “Gringo”. Cuando éste abrió la puerta ante mis golpes desesperados, le grité: "¡Gringo, Gringo, sacá tu bandoneón ya, que tengo una música y no me la quiero olvidar!".

Se la canté nota por nota; y sólo descansé, cuando él la tuvo fijada en su instrumento.

Fue ese, el primer tema que grabamos en nuestra primera placa “Neike Chamigo” en el sello Odeón, en otoño del 86.

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