En las manos de Fernando la guitarra
se parece a una mujer recién amada
tan rendida a los caprichos de sus dedos
tan igual a una canción enamorada
y las notas sobrevuelan, cristalinas
una noche de verano en serenata
donde el vino se celebra con amigos
y el amor anda de fiesta desatada...
Fernando libera un duende
con su música de estrellas
por los caminos sin dueño
de una noche musiquera
Son los mismos, los que anduve
sin brújula ni destino
osado de presunciones
dilemas y desatinos.
En vos Fernando se queda para siempre
la búsqueda perfecta de un camino
certezas de este cielo diferente
que busca entre tus manos un destino...
Regala con tus manos y a tu gente,
la exacta dimensión de tu sonido.
Hermosas poesias...te felicito!!!
ResponderEliminarMario Garcia