Ay mi amor, mi canción, hoy te nombra otra vez, con la misma pasión
más acá del dolor, más allá del tal vez, de este nuevo color
con la lluvia que en vos, me reinventa el olor, de la tierra mojada
y con ella el recuerdo, de aquella niñez, travesuras de infancia.
Cuando llueve sin sol, en la noche estival, vuelvo a ser el cantor
que soñaba con vos, con este tibio amor, alejando el dolor
y regreso a cantar, esperando que al fin, tu ventana se abra
con el beso esperado, en tu boca de miel, la que me enamoraba.
Pero si un día mis ojos que te contaban distancias
se te hacen tan necesarios en esas nuestras miradas
dame tus manos temblando que yo sabré descifrarlas
sin una solo palabra mi amor con el tuyo verán el alba…
Esperaré por el tiempo en que vendrás a buscarme
iluminando en la noche con tus estrellas mi calle
y cuando estés en mis brazos, la lluvia mojará el aire
este amor tan tuyo y mío, morirá en nosotros sin ningún adiós.
La lluvia de esta noche de octubre, devolvió a mi alma, la musa esperada...
besos a todas...
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